Sólo un 30% de los proyectos de digitalización acaba cumpliendo con las expectativas marcadas inicialmente. Uno de los motivos principales que explican estas cifras es que el software es complejo por sí mismo y, a esto hay que añadir que, a veces tomamos decisiones que lo hacen incluso más complejo. ¿Por qué? Porque, aunque queremos soluciones sencillas, mantenibles y fiables, necesitamos adoptar nuevas tecnologías para ser más competitivos frente a la competencia (serverless, kubernetes, machine learning, etc). Sin embargo, esas nuevas tecnologías suponen más complejidad y esto implica más riesgo para cumplir las expectativas. ¿Qué puedes hacer si te encuentras en esa tesitura?

ORDEN DEL DÍA

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